La Guajira
Gente
Gente de La Guajira
La gente de La Guajira es un interesante mosaico étnico, resultado de la herencia española, inglesa, holandesa, árabe, africana y aborigen; por lo que por las calles, el desierto y las playas, verás personas blancas, afrodescendientes, indígenas y muchas caras con estampa inconfundiblemente extranjera.
A esta gente, dura y digna, y que ha resistido todo tipo de embates naturales y colonizadores, los reconocerás por su expresión alegre, su predisposición al vallenato y el baile, en tanto en algunos, los reconocerás por sus ademanes que son lentos: los verás dormitando la siesta o caminado sin mayores afanes. Y es que el calor pega fuerte y el metabolismo de cualquier creyente lo sabe. Pero también se levantan de un salto del chinchorro cuando la actividad lo exige: trabajo o fiesta por igual.
Ahora, si especulamos con las cifras del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), y según su censo nacional del 2005, la población total de La Guajira seguramente ya ha superado el millón de habitantes, con una densidad demográfica de 30 habitantes por km². El grueso de esta población se concentra en Riohacha y Maicao; entretanto, La Uribia, que es la zona más septentrional de La Guajira, alberga casi toda la población indígena. Vale la pena señalar que una cuarta parte de la población guajira es de ascendencia indígena, representados en un gran número por wayuus, aunque en las estribaciones de la Sierra Nevada, en Dibulla, también se encuentran buen número de otras etnias.
Además, en esta región de infinitos contrastes encontrarás una importante comunidad árabe, en su mayoría son libaneses, sirios y palestinos; indistintamente en esta región les llaman turcos: entraron al país hace ya décadas aún con la existencia del imperio Otomano en el mapa mundial, y con este pasaporte, he allí la razón.
Dicho todo lo anterior, no está de más si observas una esmerada cordialidad y respeto por las tradiciones y diferencias que ostentan todas estas personas, siempre que algunas leyes y costumbres pueden parecer extrañas a quienes no están familiarizados con otras cosmovisiones. No te olvides de esto, ponlo en práctica desde que visitas la mezquita de Maicao y hasta que entablas diálogo con los wayuus. Si eres ciudadano de mundo y gran lector, seguramente el consejo sobra.